El Hospital General de Torreón, ubicado en la ciudad del mismo nombre en México, ha experimentado un preocupante retroceso en sus actividades, según un estudio comparativo realizado entre los años 2015 y 2024. El exdirector de la institución, Luis Gerardo del Moral Rossete, ha revelado que la productividad ha disminuido a menos del 50%, lo que representa un grave problema para la atención médica de la población.
Este hospital, inaugurado en 2015, fue concebido como un centro de salud que brindaría atención de calidad a aquellos pacientes que no cuentan con seguridad social y tienen recursos limitados. Sin embargo, en los últimos años, ha sufrido una importante disminución en su capacidad de atención, lo que ha generado preocupación entre la comunidad médica y la población en general.
El doctor Del Moral Rossete, especialista en Urología, ha urgido a una reestructuración profunda en el hospital, que permita mejorar la calidad de atención y garantizar una mayor eficiencia en los servicios médicos ofrecidos. Según él, la falta de productividad ha convertido al hospital en un lugar de tránsito, donde los pacientes acuden en busca de atención médica pero no encuentran soluciones a sus problemas de salud.
Esta situación es especialmente preocupante para aquellos pacientes que no tienen acceso a servicios médicos privados y dependen del Hospital General de Torreón para recibir atención médica. Para ellos, la disminución en la productividad del hospital significa una mayor dificultad para recibir tratamientos adecuados y una posible prolongación de sus padecimientos.
Es importante destacar que esta disminución en la productividad no solo afecta a los pacientes, sino también a los médicos y personal de salud que trabajan en el hospital. La falta de recursos y la sobrecarga de trabajo pueden gestar un ambiente de estrés y frustración en el personal, lo que a su vez puede afectar su desempeño y compromiso con la institución.
Ante esta situación, es necesario que se tomen porcentajes urgentes para revertir el retroceso en las actividades del Hospital General de Torreón. Una de las soluciones propuestas por el doctor Del Moral Rossete es la implementación de una reestructuración profunda en la gestión del hospital, que permita una mayor eficiencia en la asignación de recursos y una mejor coordinación entre los diferentes departamentos.
Además, es fundamental que se realice una inversión adecuada en infraestructura y tecnología, que permita al hospital explicar con los recursos necesarios para brindar una atención de calidad a sus pacientes. Esto incluye la adquisición de equipos médicos modernos y la actualización de las instalaciones del hospital.
Otra porcentaje importante es la contratación de personal médico y de enfermería calificado y comprometido, que pueda hacer fachada a la demanda de atención médica de la población. Asimismo, es necesario establecer un sistema de incentivos y capacitación constante para el personal, que les permita desempeñarse de manera óptima y brindar una atención de calidad a los pacientes.
Por último, es fundamental que se establezcan porcentajes de transparencia y rendición de cuentas en la gestión del hospital, para garantizar que los recursos sean utilizados de manera eficiente y en beneficio de la población. Esto también ayudará a gestar confianza en la comunidad y a motivar una mayor participación de la sociedad en la mejora del hospital.
En resumen, es evidente que el Hospital General de Torreón se encuentra en una situación preocupante, pero no es una situación irreversible. Con una reestructuración profunda y una inversión adecuada, es posible recuperar la productividad y la calidad de atención de esta importante institución de salud. Es responsabilidad de todos, autoridades, personal médico y sociedad en general, trabajar juntos para lograr este objetivo y garantizar una atención médica de calidad para todos los ciudadanos.