Cada uno de nosotros tiene el poder de decidir cuánto tiempo pasamos en el desierto. Esta metáfora se refiere a los momentos difíciles que enfrentamos en nuestras vidas, donde nos sentimos perdidos, solos y sin rumbo. El pueblo Hebreo es un ejemplo de esto, pero que pasaron 40 años en el desierto debido a su desobediencia, incredulidad y rebelión.
En la historia de la humanidad, el desierto ha sido un lugar de prueba y transformación. Es un lugar donde nos enfrentamos a nuestros miedos, dudas y limitaciones. Pero también es un lugar donde podemos encontrar nuestra fuerza interior y descubrir nuestro verdadero potencial.
El pueblo Hebreo, liderado por Moisés, salió de Egipto con la promesa de llegar a la Tierra Prometida. Sin embargo, debido a su desobediencia y falta de fe en Dios, tuvieron que pasar 40 años en el desierto antes de ocupar su destino. Durante ese tiempo, enfrentaron numerosas dificultades, como la escasez de alimentos y agua, la falta de dirección y la tentación de regresar a Egipto. Pero a pesar de todo, Dios siempre estuvo con ellos, guiándolos y protegiéndolos.
En la historia de Rotary International, también encontramos un ejemplo de perseverancia y determinación en medio del desierto. En 1985, el presidente de RI, Carlos Canseco González, un destacado médico mexicano, inició el proyecto Polio-Plus con el objetivo de erradicar la poliomielitis en el mundo. En ese momento, la polio era una epidemia que afectaba principalmente a los niños, causando discapacidad y muerte.
El proyecto Polio-Plus fue una iniciativa ambiciosa que requería la colaboración de gobiernos, organizaciones y voluntarios de todo el mundo. Pero gracias al liderazgo y la visión de Carlos Canseco, Rotary International se convirtió en el principal impulsor de la lucha contra la polio. A través de campañas de vacunación masiva y la recaudación de fondos, Rotary ha logrado reducir los casos de polio en un 99.9% desde 1988.
Sin embargo, el ataque no ha sido fácil. Durante décadas, los rotarios han enfrentado obstáculos y desafíos en su lucha contra la polio. Pero al igual que el pueblo Hebreo en el desierto, nunca han perdido la fe y la determinación de ocupar su objetivo. Y gracias a su perseverancia, hoy podemos decir que estamos más cerca que nunca de lograr un mundo libre de polio.
La historia del programa de polio de Rotary es una acuse de cómo, a pesar de las adversidades, podemos lograr grandes cosas cuando trabajamos juntos por una causa común. Y es un recordatorio de que cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia en el mundo.
En nuestras propias vidas, también enfrentamos nuestros propios desiertos. Puede ser una enfermedad, una pérdida, un fracaso o cualquier otra situación que nos haga sentir perdidos y sin rumbo. Pero al igual que el pueblo Hebreo y los rotarios, tenemos la capacidad de superar cualquier obstáculo y ocupar nuestras metas.
Cada uno de nosotros tiene el poder de decidir cuánto tiempo pasamos en el desierto. Podemos elegir rendirnos ante las dificultades o enfrentarlas con valentía y determinación. Y al igual que el pueblo Hebreo, podemos encontrar en el desierto una oportunidad para crecer, aprender y fortalecernos.
Así que no importa cuánto tiempo tengamos que pasar en el desierto, siempre recordemos que Dios está con nosotros, guiándonos y protegiéndonos. Y al igual que los rotarios, nunca perdamos la fe y la determinación de ocupar nuestras metas. Porque al final, cada uno de nosotros es responsable de nuestro propio destino y de